Collage hecho con fotografías tomadas de internet.
Después de la gran actuación de la selección Colombia en el pasado Mundial Brasil 2014, el evento que se roba las miradas en el continente americano en materia futbolística es la Copa América. Hoy por hoy la selección colombiana de fútbol de mayores cuenta con superestrellas en las mejores ligas del mundo, jugadores con tanto talento y carisma, que las marcas no han desaprovechado la oportunidad, y se han hecho con millonarios contratos publicitarios.
En febrero de 2011 la federación colombiana de fútbol (FCF) llegaba a un acuerdo con la marca de ropa deportiva Adidas para patrocinar los seleccionados de fútbol en las diferentes categorías, después muchos años vistiendo indumentarias de otras firmas, podría decirse que es este el punto de inflexión hacia el éxito y protagonismo deportivo de nuestra selección, claro está, no hay que desvirtuar la larga relación con la cerveza Águila, 25 años y lo que ellos mismos llaman la alegría para los colombianos, en consecuencia, sus otros compañeros más jóvenes en el equipo, Movistar, Pacific, Efecty, entre otras.
Cuartos de final, James Rodriguez goleador del Mundial Brasil 2014, premio Fair Play del certamen, super estrellas en las mejores ligas y Top 5 en el ranking FIFA oficial respaldan a Colombia como una selección con proyección, económica y deportiva. Más que hablar de cifras, dinero repartido en contratos por patrocinio, sociedades y derechos de explotación de la imagen de la FCF, pues la torta está partida y son claros quiénes pueden hacer de uno de estos partidos, entre amistosos u oficiales un mar de ventas, ingresos y estas cosas, veamos quiénes quieren entrar al juego, y si el pasado mundial es sólo comienzo, los siguientes 90 minutos serán de mucha expectativa.
Las más recientes incorporaciones al combinado son Cocacola, Chevrolet y Bancolombia, ¿Se terminaron aquellos tiempos de vacas flacas para tricolor? Lo cierto es que la FCF se cotiza a pasos agigantados, habrá que esperar entonces nuevos jugadores a sólo semanas de que comience la primera escala de esta nueva selección, el rumbo está trazado para Rusia 2018, y desde ya inicia esa puja por estar en petos, balones, camisetas, medias, por poder decir el no sé qué oficial de la selección…
La institución y los jugadores convertidos en legitimadores de marcas que sus productos y servicios quizás nada tengan que ver con el fútbol, pero desaprovechar la oportunidad de estar en boca de millones de Colombianos, gusten o no de un deporte que mueve tantas personas, se hace irresistible. Pero, ¿Es necesario? Hay que dejar claro una cosa, entrar a la convocatoria de la selección no es para nada económico, y no es que las cifras estén publicadas por ahí, basta sólo con mirar la envergadura de las marcas que están, entonces, no es necesario, pero todo lo que hay detrás es mucho más profundo, hablamos pues de posicionamiento, top of mind, top of heart, top of tongue, que entran en la operación cada vez que una marca se lanza al vacío con una estrategia de estas.
No se trata de ventas, son promesas.
Promesas gancho, regalos aquí, promociones por acá, viajes, y todo de tipo de productos y servicios de estas marcas, sólo que ahora “personalizadas” a la medida de la selección Colombia, pero seamos sinceros, ¿cuánto más necesita el medio de lo mismo? Está bien, no hay que ser tan duros, somos un país con contextos muy específicos, y mientras exista gente que se emocione por ver a James sonreír y vender un celular, o que se endeuda hasta el cuello por ganarse el "viajecito" al partido, nada de esto cambiará, es cosa de anunciantes, esperemos que esta vez haya alguno que se salga de lo convencional y sorprenda.
Mientras tanto, disfrutemos del fútbol, que ya se sabrá ese bus cuántos se lleva para Chile y qué nos deja en este hermoso país.
Por Paul Hernández Villegas
